El centroderechista Rodrigo Paz asumió el sábado como presidente de Bolivia con la promesa de que «nunca más» el país estaría «aislado» del mundo, y anunció el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, un cambio importante tras 20 años de gobiernos de izquierda.
Paz, de 58 años e hijo del expresidente Jaime Paz Zamora(1989-1993), trazó las líneas de su nuevo gobierno en un discurso en el que se mostró abierto a los capitales internacionales y a las relaciones con naciones occidentales.
«Nunca más una Bolivia aislada, sometida a ideologías fracasadas, ni mucho menos una Bolivia de espalda al mundo», dijo el mandatario al saludar la presencia de más de 70 delegaciones internacionales que acudieron a La Paz para la ceremonia de investidura.
Entre los principales líderes presentes se encontraban el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, y los presidentes Gabriel Boric (Chile), Javier Milei (Argentina) y Yamandú Orsi (Uruguay).
La elección de Paz marca un cambio político importante en el país andino. Pone fin a dos décadas de dominio del Movimiento al Socialismo (MAS), liderado durante 26 años por Evo Morales, en el poder de 2006 a 2019, y luego por su sucesor, el presidente saliente Luis Arce.














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