Texto dedicado a los locutores, periodistas y comentaristas -Domingo Caba Ramos-

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Domingo Caba Ramos.

Por Domingo Caba Ramos.

 

“Lo que es”, “Lo que fue”, “Lo que son” y otros loqueísmos”

“Siempre es bueno, al escribir o al hablar, prescindir de muletillas, de puntos de apoyo innecesarios o superfluos». (Martín Vivaldi)

Indudablemente tenemos que admitirlo: en el habla dominicana la expresión está de moda. Con asombrosa frecuencia aparece en boca de locutores, periodistas, comentaristas y hablantes en general.

La expresión, en tanto muletilla, nada significa, nada aclara y nada agrega al sentido del mensaje que se desea transmitir. En tal virtud, su empleo, por innecesario, hace que la comunicación se torne pesada, machacona, inarmónica o carente de fluidez y elegancia sintáctica. Su empleo, sin embargo, está muy, pero muy de moda. Y como toda moda, los dominicanos la hemos asumido e incorporado de manera irreflexiva a nuestro léxico activo.

Nuestros comunicadores sociales, a través de la radio y la televisión, se han encargado de canonizarla y multiplicarla, logrando así que a una cantidad bastante representativa de hablantes le resulte casi imposible desprenderse de ella en su cotidiana práctica lingüística. A dicha locución, por carecer de registro y definición académicos, bien podríamos denominarla “loqueísmo”, asociándola, por analogía, al “queísmo” y “dequeísmo” de que nos hablan los manuales de redacción.

¿Qué se entendería entonces por loqueísmo?

Llamaríamos así, al uso innecesario, vicioso y repetido de la construcción gramatical “lo que” delante del verbo ser. (“lo que es”, “lo que fue”, “lo que son”…)

Veamos sólo algunos ejemplos, la mayoría de ellos extraídos de programas transmitidos a través de la llamada pantalla chica:

1.- » La policía sigue trabajando arduamente para reducir lo que es el consumo y tráfico de drogas…”

2.- “Ellos solicitaron que se mejore lo que es el servicio energético…

“3.-”Nos estamos quedando muy por debajo de lo que fue la meta establecida…»

4.- ”Aquí estamos observando lo que son las diferentes comparsas…»

5.- ” Y a continuación pasaremos algunas imágenes de lo que fue el desfile del carnaval de Santiago…»

6.-”Eso afecta mucho lo que es mi dieta balanceada…»

Tache o borre en cada caso la susodicha locución conjuntiva (“lo que es”, “lo que fue”, “lo que son”), y además de convencerse de que allí tal construcción ninguna función gramatical desempeña, apreciará que sin ella la frase se tornará más ágil, fluida y elegante.

¿No será ese archimanoseado “lo que”, una de esas “expresiones chatarra” a las que se refiere la profesora y lingüista mexicana, doña Beatriz Escalante?:“Un día, sin darnos cuenta, tenemos el cerebro repleto de expresiones chatarra: carentes de lógica, falta de idea, de significado y de intencionalidad, es decir, expresiones poco o nada inteligentes. En un sentido ideal, los comunicadores deberían conocer su idioma y la materia de que hablan; no olvidar su responsabilidad social, pues cada error que comete se repite al infinito»(Curso de Redacción, 2000, Pág. xxiii).

A propósito del “chatarrismo” expresivo, el principio de economía ñingüística recomienda evitar la pesadez, cacofonía o monotonía que se produce cuando se incurre en repeticiones de ideas o palabras tanto al hablar como al escribir.

Tales repeticiones, vale recordarlo, sólo tienen validez cuando se persigue imprimirle ritmo o musicalidad al texto poético, o cuando se tiene como propósito enfatizar o aclarar el sentido de lo expresado. De lo contrario, esa idea o esa palabra que se repite, sobra… Y en el uso de la lengua, todo lo que sobra le resta elegancia, belleza, pertinencia y valor semántico al acto comunicativo.

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